Saber estar, educación y sentido común….

Antes de entrar… dejen salir

Los que nacimos hace unas décadas, recordaremos esta frase que nos enseñaron de pequeños, tanto en la escuela como en casa, y que solo fue necesario repetirla unas cuantas veces y luego ya quedo en nuestro comportamiento diario.

Valía para toda clase de situaciones, al entra o salir de clase, al entrar en un cine, metro, autobús, etc. Se solía encontrar un cartel que lo recordaba en los lugares de más transito de personas.

Hoy me he encontrado una vez más en la entrada de un parking, que suele ser estrecha, y donde se produce constantemente esta situación: “unos entran a buscar el coche y otros salen porque lo han dejado”. Como subían dos personas, me he apartado a un lado para dejarles pasar y de repente han saltado dos personas delante de mi empujando y obligando a los que subían a dejarles pasar, no creáis que eran chicos jóvenes como solemos pensar, tenían ya más de 35 años. Y en situaciones así ¿quien para, para dejar paso? si solo cabe una persona.

Esta situación nos la encontramos a diario en distintos sitios, pues cada vez somos más personasconviviendo y me pregunto si ¿haría falta un cartel para activar el sentido común? como hace más de 50 años,… tenemos pues que poner a trabajar nuestra lógica, si no se deja espacio libre para más personas no cabremos, es así de fácil.

Este “juego” de personas que se mueven de forma desordenada como partículas que chocan entre sí, no favorece la agilidad en el transito diario de personas. Tampoco favorece la cordialidad, y se convierte en una lucha por la ley del más fuerte, del que más empuja y del más bruto. Todo un ejemplo de sociabilidad y educación.

Con estos comportamientos provocamos situaciones de discusión, retrasamos nuestra llegada a los sitios, pues perdemos tiempo empujando y discutiendo quien entra primero.

El movimiento ordenado de personas facilita la agilidad en los distintos lugares que frecuentamos a diario tanto en las grandes ciudades como en los pueblos mas pequeños.

Es posible que la culpa sea de que nos hemos mentalizado de que solo tenemos derechos y ninguna obligación para con los demás.

Es mi reflexión.

Es cuestión de saber estar, de saber comportarse…