Nuevas re-aperturas y aperturas con éxito

Apertura y organización

Que acciones son recomendables seguir, para conseguir el éxito en la reapertura

Llevamos muchos meses con los negocios cerrados, otros en cambio se atreven a abrir nuevos restaurantes, ambos tienen la misma dificultad:

¿Cómo hacer una apertura de una manera eficiente?

¿Cómo abrir el restaurante, para que no sea un caos y sea todo un éxito?

Hemos de darnos cuenta de que no estamos acostumbrados a la actividad frenética que teníamos, cuando estaba todo abierto. Nuestra organización no es la misma.

Así pues, hay que reactivarnos en todos los aspectos y poder estar a la altura, de una reapertura o de una apertura de éxito.

Pensemos que los clientes están con muchísimas ganas de volver a nuestros locales, quieren salir de casa, quieren comer fuera de casa, quieren socializar con los amigos, la familia y como la normativa se hace para todos a la vez, pues supongo que vendrán todos a la vez, al menos eso esperamos.

Entonces qué pasará en los primeros días en que abres y no estás acostumbrado al ritmo que llevabas antes.

El cliente se ha vuelto más exigente, esta mas informado de como le deben de tratar.

El local no está acostumbrado al bullicio que tenía, su organización ya no sabemos como era, las máquinas no funcionan igual, porque hace tiempo que dejaron de funcionar y a lo mejor ahora no trabajan igual y ya no hablemos del equipo de trabajo, tanto en cocina, como en sala, todos están desentrenados y desorganizados.

Por supuesto que están con muchas ganas de trabajar, pero están desentrenados.

Así pues, vamos a enumerar unas cuantas acciones importantes, que creo que se deben tener en cuenta a la hora de reabrir o de abrir un nuevo establecimiento de hostelería.

Primero entremos en nuestro establecimiento y hagamos un recorrido y recordemos cómo era cuando estaba abierto, cómo organizábamos nuestras rutinas, como hacíamos los controles de compras, la llegada de mercancías, los horarios del personal, la organización de la sala y todo lo demás.

Porque como dice un compañero consultor, “lo que no se mide, no se puede mejorar”.

Y ahora debemos hacerlo muy bien. Hay que tener los números más ajustados que nunca, necesitamos unos procesos más exactos, para poder estar mejor organizados y poder trabajar con más eficiencia, y sobre todo cuidar y entrenar muy bien al equipo humano que nos va a acompañar en el recorrido, no olvidemos que sin ellos, no podríamos trabajar bien.

Así pues, hay que reestructurar los procesos y adaptarlos a la nueva realidad que tenemos ante nosotros.

Necesitamos hoy más que nunca, un equipo humano bien preparado y entrenado y eso es trabajo del dueño o gerente del restaurante, es el responsable de hacerlo y debe hacerlo bien. Porque si no se hace bien, después no podemos pedir a los trabajadores que lo hagan bien.

Hay que entrenar a los equipos, para que realicen bien su trabajo, según nuestros valores y necesidades, pues cada restaurante es un mundo diferente. Hay que trabajar la comunicación interna con nuestros clientes internos (nuestros trabajadores), para que así todos entiendan lo mismo.

También hay que actualizar nuestra comunicación externa, saber si esta adaptada a la nueva situación del restaurante: platos nuevos, horarios diferentes, normativa especial para el servicio, cartas digitales, seguridad para el cliente, etc.

Antes de abrir el local, hay que sentarse y escribir cómo queremos que sea ahora nuestro restaurante, cómo reestructurar los procesos, para que sean más efectivos y eficientes.

Que horarios hay que hacer y como distribuiremos al personal, etc.

Escribir en papel o en el ordenador lo que queremos hacer a partir de ahora, eso nos ayudara a ver el futuro inmediato del restaurante con otra perspectiva.

Hay que rehacer los procesos de trabajo, es necesario escribirlos punto por punto, no hay que dejar nada al azar o a la memoria, pues habrá personal nuevo que no sabrá como se hacen las cosas en tu casa.

Y además hay algo que siempre se olvida y es que todos debemos saber del trabajo de los demás, pues si hay algún cambio o baja, el resto sabrá a la perfección que hacer y para eso están los procesos escritos, para su consulta.

Otra acción importante es ensayar con el restaurante cerrado. No se debe abrir sin haber probado la carta en cocina, entrenar el servicio con invitados reales, amigos o resto del equipo, para detectar pequeños fallos y encontrar mejoras tanto en cocina como en sala.

Porque si lo hacemos con los clientes el día de la apertura, se encontrarán con los posibles fallos que surjan. Y eso no es bueno para el futuro del negocio.

Bien no terminaría este post nunca, pues hay mucho que hacer antes de abrir un restaurante.

Si necesitas ayuda o consejo, pues no lo pienses y contacta conmigo, pues ya sabes que juntos se llega antes y mejor a la meta.

Nuria Nicolau